Es el error que se comete cuando se argumenta que una proposición es verdadera sobre la base de que no se ha probado su falsedad, o a la inversa, de que es falsa porque no se ha probado su verdad.
“Es imposible hablar o pensar sin recurrir a conceptos generales; sin ellos, el conocimiento y el lenguaje resultan imposibles” (CALLAHAN, Daniel (1973). “The Who definition of health”. En: The Hastings Center Studies, vol. 1, num. 3).
Es una certeza decir que el Universo se originó a partir del Big Bang, ya que nadie ha podido refutar con buenos resultados dicha teoría.
Estos ejemplos nos aclaran el cómo operan las falacias de ignorancia: sobre la base de que no se han realizado estudios suficientes para afirmar lo contrario, se considera que la premisa es la correcta.
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